top of page

El tarareo de Glenn Gould

Las Variaciones Goldberg de J. S. Bach, es una de esas piezas que uno no debería perderse en la vida. Sobre todo, si podemos escuchar la grabación que Glenn Gould hizo en 1981. No necesitamos ser músicos para poder apreciar lo que ocurre cuando la escuchas.

Tenía alrededor de 20 años cuando la conocí. Mis nociones de solfeo son básicas y los únicos instrumentos que han pasado por mis manos con más pena que gloria son un violín y un piano. Ninguno aprendí a tocarlo dignamente.

Sin embargo, cuando escuché el aria de las Variaciones por primera vez, me enamoré. No soy una persona enamoradiza, de modo que algo había en ese primer movimiento que me enganchó para siempre.

Se oía un murmullo de fondo que apenas podía distinguir y alguien me lo explicó: es Glenn Gould tarareando.

No estoy contando nada que no sepan millones de personas. Aún así, creo que no está de más invitar a que otros tantos miles puedan escucharlo si no lo han hecho antes.

¿Por qué puede ser valioso escuchar esta pieza? Hoy se me ocurren dos motivos:

  • El primero, el más importante, apreciar una obra de arte de manos de un pianista único.

  • El segundo, más práctico, comprender lo que ocurre cuando alguien se sumerge completamente en lo que está haciendo. Si lo hacemos, habremos dado el primer paso para poder replicarlo en nuestro día a día. Porque este es un ejemplo fantástico de esa concentración que buscamos muchas veces en nuestra vida.

Nos apuntamos a talleres de mindfulness para aprender a hacerlo, intentamos aprender a meditar o hacemos yoga. Todo es bueno si finalmente nos ayuda a aprender. Lo curioso, es que dejemos pasar oportunidades tan sencillas como esta. Sólo necesitamos darle al play y escuchar para aprender que ese nivel de concentración, sucede cuando nos atrevemos a una cosa: Desaparecer en la tarea. Mihály Csikszentmihalyi lo describió perfectamente en su libro Flow (fluir) y todos lo hemos experimentado en cierta medida alguna vez:

Piensa en cualquier ocasión en la que, haciendo algo que te entusiasma, pasó el tiempo sin que te dieras cuenta. Pusiste todo de ti, tus pensamientos, tus energías, tus emociones, todo estaba volcado en aquella actividad. Te habías sumergido hasta tal punto en la tarea, que el mundo pasó a un segundo plano.

Si puedes reconocerte en una experiencia así, ya sabes que tienes esa capacidad de concentración. Y tienes la clave también para volver a hacerlo: invertir en algo que te apasione, algo que disfrutes y que requiera toda tu atención. Entonces todo fluirá. Entonces "tararearás como Glenn Gould".

Si todavía no se te ocurre nada que te inspire tanto, escucha el primer movimiento de las variaciones. Respira y algo aparecerá:

 

Sólo el control directo de la experiencia y la habilidad para encontrar alegría momento a momento en todo lo que hacemos pueden superar los obstáculos en el camino hacia la realización."

Flow: La psicología de la experiencia óptima

Mihály Csíkszentmihály

 

Entradas destacadas
Buscar por tags
Síguenos
bottom of page